Seamos sincer@s. Tener un bebé de Alta Demanda es con toda probabilidad lo más absolutamente agotador, enloquecedor, estresante…que he hecho nunca. Creo que todas las palabras se quedan cortas para definir la dificultad que conlleva criar y educar un niñ@ AD, y ya si tienes dos, ni te cuento.
En la mayoría de los casos, notas que tu bebé no es normal desde recién nacido. Muy probablemente sostenga la cabeza casi desde que sale de ti, tenga los ojos abiertos desde casi el principio y llore mucho, pero mucho mucho, aún cuando sus necesidades básicas estén cubiertas.
¿Y nunca te han dicho que eso es lo que hacen los bebés normales? Seguramente hayas escuchado esta frase alguna vez.
Cuando hablamos de un bebé demandante y un Bebé de Alta Demanda, puede dar la sensación de que es lo mismo, y por eso hay muchas personas que opinan que los Bebés de Alta Demanda no existen. ¿Cuál es la diferencia principal entre un bebé demandante normal y corriente y un bebé AD?
Los bebés «normales», son bebés que demandan mucho sobre todo los primeros meses y lo hacen llorando. Lloran si tienen hambre, si tienen frío, si tienen sueño, si no quieren estar solos, si están nerviosos, y en la mayoría de los casos cuando cubres esa necesidad por la que están llorando, se calman. Los Bebés de Alta Demanda no funcionan así. Un Bebé de Alta Demanda llora a pesar de estar en brazos y de tener todas sus necesidades cubiertas. Su capacidad cognitiva es mayor, lo que hace que estén todo el día alerta y eso les provoque un estrés que solo pueden liberar de una manera: llorando.
Un bebé de Alta Demanda puede estar limpio, comido, sin sueño, etc. y aún así llorar y llorar sin consuelo.
Para los pa/madres esto se convierte en algo absolutamente agotador. Recuerdo los primeros meses con Valentina, que fueron intensísimos. No sabíamos qué inventar, si le pasaba algo físico (alguna enfermedad, o problema), si estábamos haciendo mal… Y cuando nació Carla, el desajuste fue inmenso. Ahora, además de una niña de 2 años y medio hiper demandante y activa, teníamos un bebé que lloraba constantemente. Cuando digo constantemente es constantemente, a todas horas. A esto le sumamos los problemas de lactancia que tuvimos, y el resultado fue que nos costó al menos 4-5 meses volver a una cierta “normalidad”.
Yo he estado en esa situación en la que estás ahora mismo. A lo largo de los años he ido encontrando claves para ir sobrellevando la Alta Demanda de mis hijas, y he pensado en compartirlas con vosotr@s, por si os resultan útiles u os falta alguna por probar.
- Los bebés AD suelen duermen poco y/o mal. Colechar con bebés AD es casi vital, así puedes atenderlo sin levantarte 1000 veces. Adáptate a tu peque y de día duerme cuando él duerma.
- Para calmar su llanto: comprueba que tiene sus necesidades básicas cubiertas. Si todo está bien, ve probando diferentes estrategias hasta que se vaya quedando más tranquilo: puedes mecerlo, pasearlo, portearlo, poner música suave, bailar suave… Trata de mantenerte tranquila. Ve probando hasta que esté más tranquilo. Lo importante es que sienta que estás con él, que le cuidas, le proteges y le das todo tu amor.
- Muchas veces, y debido a su necesidad de contacto continuo, las madres podemos sentirnos agobiadas, atrapadas, y con la necesidad de hacer cosas. Mi consejo es el porteo. El porteo ergonómico te va a permitir cubrir esa necesidad de tu bebé a la vez que puedes hacer cosas en casa. También te será muy útil para ir a la calle, ya que no suelen aguantar ir en capazo. Si tienes dudas acerca del porteo, de los portabebés etc., te recomiendo mucho a Valeria Garrido de Ekhiarte. Tiene un curso nuevo absolutamente imprescindible, que puedes ver aquí. No lo dudes, porque es una inversión que merece muchísimo la pena.
- Los Bebés de Alta Demanda suelen ser muy precoces. También puedes apreciar en ellos a edades muy tempranas indicios de frustración. Esa precocidad de la que hablo les lleva a querer hacer cosas para las que su cuerpo aún no está preparado, como sentarse, coger objetos, ponerse de pie…..Cuando comprueban que no pueden realizarlo se frustran mucho y tienen intensos desbordes, ya desde bebés. El acompañamiento durante estos desbordes es fundamental. Saber identificar los detonantes ha sido esencial para no volverme tarumba del todo.
Y para entender mejor a tu peque AD, gestionar sus emociones, adquirir herramientas para acompañarle y para conseguir disfrutar de lo maravilloso de la Alta Demanda, apúntate ya a SOS: Bebé de Alta Demanda.
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