Crisis de lactancia a lo drama style

¿ Crisis de lactancia qué? Si esto de la lactancia está chupao. Tú coges, pares, estás como una rosa, te enchufas al bebé y hala, solucionado. Mira tú qué baratito te sale criar al niño. Ay mai friend, que tienes más moral que el Alcoyano. A lo drama style te lo cuento.

Si ya estáis en casa, le has abierto al cartero con una teta fuera, que se ha quedado el pobre tó loquer, tus ojeras progresan adecuadamente, tu pareja está consiguiendo cambiar pañales sin llenarse de mier** hasta el puño, y tu bebé dragón se ha meado en vuestra cara mínimo un par de veces: todo va bien. Oye, mira, Sr. Padre, parece que le estamos cogiendo el trucooooo.

Welcome, crisis de lactancia. Cómo mola (#NO). Os cuento un poco de qué va este rollo:

  1. Crisis de lactancia de los 17-20 días. Tu dragoncito necesita aumentar la producción así que… ¡modo lapa activado! Ni con agua caliente te lo separas del pecho. “Mira, parece que ahora se queda tranquilo, voy a ir al baño que me estoy meando desde que era chica…” BUAAAAAAAAAH. A este ritmo es más fácil ponerte una sonda que ir al baño. Por si fuera poco, es la fiesta de la regurgitación. Le cambias el pañal, lo pones todo monísimo con la ropa que le ha regalado la abuela, mira qué mono que está mi bebé, le vas a echar una foto… y toma ya, a tomar por c*** el outfit tan mono que te habías currado.  (Esto último por aproximadamente unas 10 veces al día).
  2. Crisis de lactancia de las 6-7 semanas: venga, que esta crisis a falta de una, tiene dos causas: por un lado, bebé necesita aumentar la producción, y por otro, la leche cambia de composición y de sabor. Así que volvemos al culo plano, teta fuera, y Netflix, pero esta vez con una mejora maravillosa: bebé tironea, se queja, se arquea, lloriquea… Vamos, que el cambio de sabor no les hace ni puñetera gracia a nuestros sibaritas adorados bebés.
  3. La Gran Crisis de los 3 Meses (GC3M para los amigos). Esta mola mogollón, ya verás. Aquí todo se vuelve (más) loco. Si antes Culoplano era tu primer apellido, ahora pasa a ser el segundo: bebé pide menos pecho, y encima pasa poco tiempo al pecho. Y tú, como buena dramamother: SE ME VA A MORIR DE HAMBRE. Espera, que hay más. Encima a veces se pone a llorar al poco de empezar a mamar y solo mama bien dormido… Dramamother: ESTO VA A SER QUE NO TENGO LECHE. (Spoiler: la leche no se corta, ni se seca, ni se va de jarana, ni se evapora, ni se convierte en agua, los milagros en Lourdes). Seguimos para bingo: tu dragón engorda menos de lo que solía y encima el pecho se te ha puesto blandiblú, ya no se pone duro… Dramamother en plan muerte y destrucción. Tranquilidad en las masas, la explicación a todo esto es bien sencilla: bebé se ha vuelto un experto teteador, y en una toma corta saca todo. Además, su vista ha mejorado mucho, y todo lo que le rodea es súper interesante, así que se distraen. ¿Y por qué lloran al empezar a mamar? Easy peasy: nuestro cuerpo es una maravilla absoluta y modifica el sistema de producción para optimizarlo.  Ahora, en vez de almacenar leche, la produce en el momento que el bebé la pide, tarda sólo 2,2 minutos en comenzar a salir. Pero eso a los bebés como que mucha gracia no les hace. Cuando superas esta crisis, tienes un pequeño respiro.
  4. Crisis del año. Volvemos a la carga. Ahora rechazan la alimentación complementaria y vuelves a Culoplano. Lo peor de esta crisis no es la demanda (que también) si no los comentarios de madres, suegras, vecinos variados, pediatras, la sobrina de la del quinto, el padre del yerno de la hermana de tu cuñado. “Muy grande para teta, otra vez teta, no come porque tiene teta, tiene que comer más, se va a quedar chico de tanta teta, eso es aguachirri (again, milagros en Lourdes)… Señores, váyanse a pastar. ¡Ni que las tetas fueran vuestras! ¿Y qué está pasando? Pues que en torno al año de vida reducen velocidad de crecimiento, y no necesitan tanta alimentación… y como la teta les cubre todo y más, se centran en lo importante.
  5. Crisis de los dos años, también conocida como Traca Final Secagalaperra. Tu maravilloso niño de dos años se convierte en un bebé de 5 días. Pide teta cada 5 minutos. Ya no te vale ni el nombre de Culoplano, ya es teta de pie, sentado, recolgado, haciendo el pino, chupitos… Y cuidadito con negárselo, que te monta un pifostio que pá qué. Lo que pasa es simple, como siempre. Están en plena etapa de autoafirmación, descubriendo de la propia identidad. Así que los pobrecitos míos están cagaditos de miedo, y su refugio y consuelo somos nosotras y nuestro pecho.

Y hasta aquí las crisis de lactancia. Ya está, si es muy sencillo, Fantásticas, ¿a qué sí?

De las crisis de desarrollo hablaremos en próximos capítulos, que hay que mantener la moral alta. ¿Has vivido alguna? ¿Algún consejo a las dramamothers inmersas en ellas?

Comparte:

Luisa Racero

Luisa Racero

Más Posts

No te pierdas nada

Suscríbete

No te pierdas todas las novedades, post y sorpresas

Posts relacionados

© 2020 www.motherofdramas.com
Todos los derechos reservados.

Suscríbete ya y no te pierdas mis novedades

Suscríbete a mi newsletter y recibe en tu correo todas mis novedades, lanzamientos, regalos y ofertas que vaya realizando.