Estoy de parto y aún no me lo puedo creer. Son las 11 de la mañana, y las contracciones vienen cada vez más fuertes, más seguidas, y lo peor es que no siempre se van. Encajo unas con otras como puedo, me cuelgo del cuello de mi marido, del borde de la cama… Ana, residente de matrona me ofrece la pelota. Lo intento pero uf qué va, sentarme es un suplicio.

12 de la mañana. 7 cm, ¡esto va que se las pelaaaaa!

Pasa otro rato (pierdo la noción del tiempo) y me conectan a monitores. Empieza a pasar algo raro. La niña se recupera peor después de cada contracción, nada alarmante, pero tienen que mantener la monitorización. Estupendo, pero en la cama no que me muero matá. Me ponen un monitor con el que me puedo mover pero se me cae continuamente y la peque sigue recuperándose regular.

13:00h: estoy en completa, aunque queda un reborde y me muero de ganas de empujar. Me ofrecen buscapina para quitar el reborde, y digo que no. Al cabo de un rato, el reborde sigue. Pido que me expliquen bien lo de la buscapina, aunque ya no razono muy bien, lo hacen y ahora sí acepto. Me la ponen y el reborde desaparece en poco tiempo. Me ofrecen silla de partos y digo que sí. Mi marido detrás de mí y me da masaje en las lumbares. Al cabo de un rato le digo que me sujete por debajo de las axilas que le necesito como ancla. Se acerca una auxiliar, que me sostiene el monitor (y lo hizo durante horas) que se me resbala continuamente y me da palabras de ánimo. Cambio de postura y me pongo en cuclillas. Un pujo tras otro, según me vienen las ganas. Me empieza a entrar miedo de no poder, de no conseguirlo, de que se estanque el parto y no siga progresando.

Empiezo a estar exhausta, las piernas ya no me aguantan. Pido que me examinen. Bebé alto, no consigue bajar de planos. Me dicen que no me preocupe, que yo puedo. Me subo a la cama que se convierte en una especie de sillón/silla de partos con respaldo. El monitor sigue mostrando que la peque se recupera, pero cada vez peor y veo intercambiar caras de preocupación. Empiezo a agobiarme.

Continuará…